Reforma de la política de drogas

Tras más de cuatro décadas de fracasos en la guerra contra las drogas, llamados a reformular la estrategia están ganando cada vez más alcance. En Latinoamérica, autoridades de Colombia, Guatemala, México y Uruguay están realizando transformaciones en sus propios regímenes sobre política de drogas, lo cual ha establecido un dinamismo de cambio en toda la región y alrededor del mundo. Estas discusiones se han expandido a los EEUU, donde la opinión pública también da señales de cambio. Por primera vez, la mayoría de los estadounidenses apoya el uso reglamentado de la marihuana para el consumo adulto. 

A partir del llamado para un cambio paradigmático formulado por la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, la Comisión Global de Política de Drogas viene insistiendo en este tipo de cambios desde el 2011. Nuestro principal estudio sobre drogas establece dos recomendaciones: sustituir la criminalización sobre el uso de drogas por un abordaje de salud pública, y experimentar modelos de reglamentación jurídica con el objetivo de minar el poder del crimen organizado.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dio a conocer al presidente colombiano, Manuel Santos, los resultados de un estudio esperado sobre escenarios alternativos para el control y reglamentación de las drogas en las Américas. El estudio formulado por la OEA propone cuatro escenarios básicos para el futuro de la política sobre drogas que reflejan un consenso emergente en Latinoamérica. La mayoría de los expertos aprueban los tres primeros escenarios -el cambio de políticas represivas hacia abordajes que privilegien la seguridad ciudadana, la experimentación con distintas maneras de reglamentar las drogas ilegales y el fortalecimiento de la resiliencia en la comunidad. Lógicamente todos los líderes están de acuerdo a que el cuarto escenario -la amenaza de crear narco estados- debe ser evitado a cualquier costo. Tomado como un conjunto, este estudio representa el primer abordaje exhaustivo sobre la reforma de política de drogas desde una organización multilateral.  

El estudio de la OEA define caminos complementares en lugar de excluyentes. Está basado en la expectativa realista de que la demanda sobre sustancias psicoactivas continuará creciendo en la próxima década y que apenas una pequeña proporción de usuarios se volverán dependientes. De hecho, muchos estados ya han despenalizado el uso de drogas y vienen experimentando con la reglamentación de la marihuana, al tiempo que también invierten en programas de reducción de daños.

La OEA y los países de Latinoamérica están contribuyendo positivamente para romper el tabú que ha silenciado por tanto tiempo el debate acerca de una política de drogas más humana y eficaz. Es tiempo que los gobiernos del mundo puedan experimentar con responsabilidad modelos reglamentarios diversos que sean diseñados para sus realidades específicas y necesidades locales.