A woman casts her vote at the Jose de Jesus Arocha public school in Petare, Caracas, during a mock election for the upcoming parliamentary vote in Venezuela, on 15 November 2020. Cristian HERNANDEZ / AFP
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Elecciones en Venezuela: ¿Qué viene después de la barrida de Maduro?

Tras las elecciones legislativas, el presidente Nicolás Maduro controla todas las  instituciones políticas principales de Venezuela. Mientras, la crisis del país se profundiza rápidamente. Una salida sigue siendo posible si el gobierno y la oposición ajustan su pensamiento de todo o nada para admitir la necesidad de un compromiso entre ambas partes. La nueva administración de Estados Unidos puede ayudar.

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¿Qué hay de nuevo? Después de años de agitación política, las elecciones parlamentarias de Venezuela resultaron en una predecible victoria para el presidente Nicolás Maduro. Los principales partidos de la oposición boicotearon las elecciones y, junto con EE. UU. y muchos países latinoamericanos y europeos, acusan al gobierno de manipular las elecciones.

¿Por qué importa? La eliminación de la mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional complicará considerablemente los esfuerzos para resolver el enfrentamiento con el gobierno. El boicot dividió a la oposición, y el reducido apoyo a su líder Juan Guaidó plantea interrogantes sobre quién podría enfrentar al gobierno en futuras negociaciones.

¿Qué se debería hacer? La oposición debería afirmar que respalda un acuerdo negociado y descarta el derrocamiento violento del gobierno. Para iniciar las conversaciones, Maduro debería liberar a los presos políticos y controlar a la policía secreta, mientras que la administración entrante de EE. UU. debe reconsiderar las sanciones que causan daños humanitarios y buscar soluciones multilaterales para la crisis.

Resumen ejecutivo

Las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre marcaron otro revés en los esfuerzos por forjar una solución pacífica al conflicto político del país. La oposición mayoritaria liderada por el saliente presidente de la asamblea Juan Guaidó boicoteó la votación con el argumento de que no era ni libre ni justa. Tras la victoria del partido de gobierno del presidente Nicolás Maduro, el mandato legislativo de la oposición finalizará el 5 de enero. A partir de ese momento, ésta estará ausente del parlamento y de todas las demás instituciones venezolanas electas popularmente, salvo algunos gobiernos locales y regionales donde su posición es frágil. Muchos de los casi 60 países que apoyan a Guaidó, incluido EE. UU., así como la mayoría de la UE y de los vecinos de Venezuela, han manifestado que no aceptan los resultados de las elecciones. Aunque ambas partes están estancadas en su posición y negociaciones a gran escala son prematuras, los acuerdos parciales que han logrado, especialmente en cuestiones humanitarias, junto con una mayor flexibilidad por parte de las potencias extranjeras y garantías claras para ambas partes aún podrían dar señales de cómo salir de la crisis venezolana.

Tras la campaña de dos años de Guaidó para derrocar a Maduro, el enfrentamiento entre gobierno y oposición solo parece entorpecer la resolución de la prolongada crisis política del país, que es la causa fundamental de su colapso económico y de la emergencia humanitaria que ha obligado a más de cinco millones de venezolanos a emigrar. Maduro ha logrado consolidar un completo control de las instituciones del país, luego de cinco años en los que el parlamento controlado por la oposición (aunque sin poder ejercer sus funciones) creó un espacio para enfrentar al gobierno. En la nueva Asamblea Nacional ampliada los legisladores alineados con el gobierno ocuparán 257 de los 277 escaños.

En respuesta, el liderazgo de la oposición en su mayoría ha apoyado la decisión de Guaidó de insistir en la legitimidad del parlamento actual hasta que se celebren elecciones libres. Pero este intento por extender la vida de la Asamblea estará expuesto a la intimidación estatal. El propio Guaidó podría verse obligado a elegir entre ser judicializado o unirse a la mayoría de sus colaboradores cercanos fuera del país, lo que podría dar lugar a algún tipo de gobierno en el exilio.

Al mismo tiempo, la oposición se está dividiendo una vez más en facciones: un puñado de partidos de oposición más pequeños (incluidos algunos que no son más que apéndices del gobierno) participaron en las elecciones y tendrán algunos escaños en el nuevo parlamento. Algunos grupos favorecen nuevas negociaciones con el gobierno de Maduro con el fin de mejorar las condiciones para futuras elecciones, incluidas las votaciones regionales de 2021, un posible referéndum revocatorio en 2022 y las elecciones presidenciales que se deben realizar en 2024. Otras corrientes desean una intervención militar extranjera. Un liderazgo político exiliado inevitablemente será cada vez más ajeno, y probablemente tendrá diferencias con los que se quedan. Como resultado de estas divisiones internas, será más difícil determinar quién representa a la oposición en una posible negociación.

El probado fracaso de la política de “máxima presión” junto con la llegada de una nueva administración estadounidense, ofrecen una oportunidad para repensar la estrategia y reestructurar la oposición venezolana.

Aun así, el probado fracaso de la política de “máxima presión”, aplicada por la administración Trump y la oposición liderada por Guaidó en un intento por derrocar a Maduro, junto con la llegada de una nueva administración estadounidense, ofrecen una oportunidad para repensar la estrategia y reestructurar la oposición venezolana. La administración entrante de Biden podría optar por una política más flexible con respaldo multilateral y podría considerar levantar las sanciones que causan daño humanitario. De hecho, a pesar de ganar las elecciones, el gobierno de Maduro se enfrenta a un desastre socioeconómico cada vez más profundo, agravado por el COVID-19; necesita una gran ayuda económica y financiera y tiene muchos incentivos para querer negociar una reducción de las sanciones estadounidenses. La pregunta clave es si estará dispuesto a considerar alguna concesión que reduzca su control del poder.

El gobierno y la oposición están actualmente a kilómetros de distancia, y cualquier intento por retomar de inmediato las negociaciones a gran escala probablemente fracasaría. Pero, aunque la disputa principal parece no poder ser resuelta por ahora, esto no deberían impedir que las partes lleguen a acuerdos parciales entretanto. Medidas para aliviar el sufrimiento humano, bajo los auspicios de la ONU, son el punto de partida obvio, incluida la reducción de las sanciones estadounidenses que producen claros daños humanitarios. El gobierno, por su parte, debería liberar de inmediato a todos los presos políticos y disolver la represiva policía secreta FAES. Los actores externos que respaldan a Guaidó pueden ayudar aprovechando el cambio de administración estadounidense para coordinar sus posiciones, dejando de lado la exigencia de la renuncia de Maduro como condición previa para dar los primeros pasos hacia una transición.

Lo más importante es que el gobierno y la oposición ajusten su pensamiento de todo o nada de acuerdo con la realidad política: el gobierno debe aceptar que la crisis no terminará sin unas elecciones libres y justas, y la oposición debe aceptar que esta contienda solo será posible cuando ambas partes hayan recibido garantías creíbles de que el perdedor estará protegido de abusos por parte de la mayoría vencedora. Lo ideal sería diseñar estas garantías como parte de un proceso de negociación integral con respaldo internacional. Si tales negociaciones se van a llevar a cabo, la oposición tendrá que unificarse en torno a una política que cuente con apoyo popular, y el gobierno tendrá que reconocerla como un interlocutor legítimo.

Las perspectivas de Venezuela después de las elecciones del 6 de diciembre pueden parecer poco prometedoras, pero los ciudadanos del país, que ya han sufrido suficiente, merecen mucho más que una parálisis generada por la desesperación.

Caracas/Bogotá/Bruselas, 21 de diciembre de 2020

I. Introducción

El triunfo del partido de gobierno de Nicolás Maduro en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre finaliza la toma progresiva por parte del presidente de las principales instituciones políticas del país. Después de que una victoria arrasadora de la oposición en las elecciones legislativas de 2015 amenazara su control sobre el poder, Maduro hizo que el parlamento saliente llenara el Tribunal Supremo de Justicia de magistrados incondicionalmente leales, y luego lo usó para declarar nulas y sin efecto todas las decisiones tomadas por la nueva Asamblea Nacional. Para crear un substituto, en 2017 convocó una Asamblea Nacional Constituyente mediante una elección que fue boicoteada por la oposición; esta Asamblea rival nunca produjo una nueva constitución y ahora va a ser disuelta[fn]“Herman Escarrá confirma que funciones de la ANC terminan el 30 de diciembre”, Tal Cual, 7 de diciembre de 2020.Hide Footnote . A principios de 2020, el Tribunal Supremo designó un nuevo Consejo Nacional Electoral, el organismo encargado de llevar a cabo las elecciones de la nación, argumentando que el parlamento no había cumplido con su deber de hacerlo[fn]“Relato de cómo en 9 días cambió el plano electoral”, Provea, 15 de junio de 2020.Hide Footnote . La mayoría de los miembros del consejo electoral son cercanos al gobierno.

Este informe analiza el panorama político y diplomático tras la más reciente jornada electoral en Venezuela. Se basa en decenas de entrevistas a lo largo de 2020 con figuras del gobierno de Maduro, miembros disidentes del movimiento chavista que el presidente heredó del fallecido Hugo Chávez, políticos de oposición, diplomáticos, trabajadores humanitarios y expertos independientes, así como en los años de interacción de Crisis Group con todos los actores de la trágica historia de Venezuela. Sobre la base del trabajo previo de Crisis Group, concluye con algunas recomendaciones sobre cómo el gobierno y la oposición pueden volver a las negociaciones integrales, que son el único camino pacífico para el país.

II. Elecciones unilaterales

A la luz de las circunstancias, los resultados de las elecciones del 6 de diciembre no fueron ninguna sorpresa. El principal partido del gobierno y sus aliados obtuvieron 257 de los 277 escaños. Los partidos ajenos al gobierno, que no lograron unir fuerzas, obtuvieron alrededor del 30 por ciento de los votos, y un sistema de votación no proporcional los dejó con solo 20 escaños, equivalentes al 7 por ciento del total y una presencia en gran parte simbólica en el nuevo parlamento[fn]Ver resultados electorales en la página web del Consejo Nacional Electoral, la autoridad electoral venezolana.Hide Footnote . La autoridad electoral calculó la participación en un 31,5 por ciento, aunque los observadores de la oposición afirmaron que fue mucho menor[fn]“Observatorio contra el Fraude: ‘80% de los venezolanos le dijo no al fraude’”, El Estímulo, 6 de diciembre de 2020.Hide Footnote . La oposición mayoritaria liderada por Juan Guaidó, presidente de la actual Asamblea Nacional, cuyo mandato de cinco años finaliza el 5 de enero de 2021, se negó a participar y calificó las elecciones como una farsa. EE. UU., los Estados miembros de la UE y muchas otras naciones (casi 60 de las que reconocen a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela) comparten la opinión de que las elecciones no fueron ni libres ni justas[fn]Para un desglose de cómo los aliados extranjeros de Venezuela califican a Guaidó, ver David Smilde, “Degrees of Diplomatic Recognition”, Washington Office on Latin America, 15 de octubre de 2020.Hide Footnote . Entre las fallas más importantes reportadas en el proceso se encuentran:

  • El Consejo Nacional Electoral fue designado por el Tribunal Supremo controlado por el gobierno, no por el parlamento como lo estipula la Constitución. No es un organismo autónomo[fn]El rector principal del Consejo, Rafael Simón Jiménez, admitió en una entrevista de prensa que sus decisiones fueron “precocidas” en conversaciones entre el gobierno y pequeños partidos de oposición minoritarios con los que trata en lugar de la oposición mayoritaria. Víctor Amaya, “Rafael Simón Jiménez dice que el CNE recibe el mandado hecho desde la ‘mesita’”, Tal Cual, 13 de julio de 2020. Sobre el entendimiento entre el gobierno y los partidos minoritarios, ver Phil Gunson, “Maduro encuentra una ‘nueva oposición’ para negociar”, comentario de Crisis Group, 19 de septiembre de 2019.Hide Footnote .
  • El Consejo ya había rechazado el registro de la mayoría de los partidos de oposición y el Tribunal Supremo entregó el control de algunos partidos a facciones minoritarias dispuestas a jugar según las reglas impuestas por el gobierno[fn]“Misión de Estudio IDEA-UCAB sobre las condiciones del proceso electoral parlamentario 2020 en Venezuela”, IDEA International, 6 de noviembre de 2020.Hide Footnote .
  • La normativa electoral (modificada menos de seis meses antes de las elecciones, en violación de la Constitución) garantizaba la sobrerrepresentación del partido más grande, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)[fn]El artículo 298 de la Constitución venezolana prohíbe cambios a la ley que regule los procesos electorales dentro de los seis meses anteriores a una elección. Héctor Antolínez, “CNE volvió a violar la Constitución y cambió el acompañamiento electoral por una ‘veeduría’”, Crónica Uno, 4 de noviembre de 2020.Hide Footnote .
  • Desafiando la Constitución, el gobierno aumentó el número de legisladores de 167 a 277; 48 diputados “nacionales” no fueron elegidos directamente, sino a través de las listas de los partidos con base en el total de votos emitidos a nivel estatal; los diputados indígenas no fueron elegidos por votación secreta universal[fn]“El CNE continúa violando la Constitución”, Observatorio Electoral Venezolano, 1 de agosto de 2020. En su entrevista del 13 de julio con Tal Cual, Jiménez reconoció que la fórmula para aumentar el número de diputados de la Asamblea “no es matemática, [sino] es política”. Amaya, op. cit.Hide Footnote .

La negativa de la oposición mayoritaria a participar en las elecciones privó al “gobierno interino” de Guaidó de la oportunidad de renovar la legitimidad de su estrecho reclamo constitucional, que ahora depende esencialmente de su reconocimiento internacional[fn]El reclamo se fundamenta en el artículo 233 de la Constitución y en el argumento de que la reelección de Maduro en mayo de 2018 fue fraudulenta. De esa manera, la oposición mayoritaria afirma que la presidencia quedó vacante cuando finalizó el primer mandato de Maduro el 10 de enero de 2019. El artículo establece que el presidente de la Asamblea Nacional asume temporalmente el cargo del gobierno, en espera de una nueva elección, ante la ausencia del presidente electo en el momento en el que debe tomar posesión.Hide Footnote . El resultado complica aún más los esfuerzos para lograr un acuerdo pacífico entre las partes, restaurar la legitimidad del Estado y afrontar la emergencia humanitaria que ha llevado a más de uno de cada seis venezolanos a abandonar el país[fn]“Venezuelan Humanitarian and Refugee Crisis”, Center for Disaster Philanthropy, 9 de noviembre de 2020.Hide Footnote .

Se puede decir que Maduro ganó, por ahora, la disputa política que comenzó en enero de 2019, cuando Guaidó desafió por primera vez su derecho a estar en a la presidencia. Esto, a pesar de que los partidos que apoyan al líder opositor dicen que seguirán reconociendo al “gobierno interino”, a la espera de elecciones genuinamente libres[fn]“27 partidos políticos reafirmaron ratificación de Guaidó como presidente de la AN y encargado de Venezuela”, comunicado de la Asamblea Nacional, 9 de diciembre de 2020. El 7 de septiembre, 37 partidos firmaron el Pacto Unitario por la Libertad y las Elecciones Libres en respaldo de la estrategia de Guaidó.Hide Footnote . En un intento por obtener algún tipo de mandato renovado, celebraron un referéndum consultivo, realizado principalmente en línea entre el 7 y el 12 de diciembre, aunque el proceso estuvo lleno de dificultades[fn]La “consulta”, que la oposición dice que es vinculante, les preguntó a los votantes (tanto en casa como en el extranjero): “1) ¿Exige usted el cese de la usurpación de la presidencia de parte de Nicolás Maduro y convoca la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables?; 2) ¿Rechaza usted el evento del 6 de diciembre organizado por el régimen de Nicolás Maduro y solicita a la comunidad internacional su desconocimiento?; 3) ¿Ordena usted adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad?”. Los votantes emiten su voto físico solo el último día de votación. Héctor Antolínez, “Asamblea Nacional aprobó en sesión ordinaria las nuevas preguntas para la Consulta Popular”, Crónica Uno, 19 de noviembre de 2020.Hide Footnote . Guaidó afirmó que participaron casi 6,5 millones de personas, en el país y el extranjero, lo que calificó como un “paso fundamental” hacia la reorganización del movimiento de oposición y convocó a manifestaciones masivas a nivel nacional el 5 de enero para apoyar la continuidad del actual parlamento, desafiando al gobierno de Maduro[fn]Juan Guaidó convocó a una movilización popular el 5 de enero en apoyo a la Asamblea Nacional”, Infobae, 13 de diciembre de 2020.Hide Footnote .

 

Juan Guaidó convocó a una movilización popular el 5 de enero en apoyo a la Asamblea Nacional”, Infobae, 13 December 2020.Hide Footnote

Dentro de la coalición de la oposición mayoritaria, hay rumores de descontento con el liderazgo y la estrategia de Guaidó.

Dentro de la coalición de la oposición mayoritaria, cuyo núcleo es el grupo de partidos G4 que ocupó la mayoría de los escaños del parlamento saliente, hay rumores de descontento con el liderazgo y la estrategia de Guaidó. Un movimiento disidente liderado por el excandidato presidencial Henrique Capriles de Primero Justicia (que estuvo cerca de vencer a Maduro en las elecciones de 2013) y Stalin González de Un Nuevo Tiempo intentó y no logró conseguir mejores condiciones electorales, y finalmente se retiró[fn]Las conversaciones entre el grupo Capriles-González y el gobierno de Maduro resultaron en el indulto de 110 activistas de la oposición, incluidos algunos presos políticos destacados. Alonso Moleiro, “Los indultos de Maduro agitan el debate de la oposición de cara a las elecciones en Venezuela”, El País, 2 de septiembre de 2020. El alto representante de la UE, Josep Borrell, se sumó a las conversaciones, planteando la posibilidad de una misión de observación electoral de la UE si las partes acordaban posponer las elecciones varios meses y realizarlas en mejores condiciones. Sin embargo, tras la visita a finales de septiembre de una delegación de alto nivel de la UE, Borrell desistió del esfuerzo y Capriles confirmó que no presentaría candidatos. “UE descarta enviar observadores a votación en Venezuela el 6 de diciembre”, Reuters, 7 de octubre de 2020.Hide Footnote . Pero la división representó aún más presión para un movimiento que ha perdido gran parte del ímpetu que había conseguido en 2019. Primero Justicia propuso un liderazgo rotativo, sin éxito[fn]Entrevista virtual de Crisis Group, legisladores de la oposición, Caracas, 17 de octubre de 2020. Juan Carlos Caldera, uno de los líderes del partido, confirmó la propuesta de Primero Justicia en una entrevista del 29 de octubre con el periodista Vladimir Villegas, quien dio a conocer la historia. “Vladimir a la Carta con Juan Carlos Caldera, de Primero Justicia”, video, YouTube, 29 de octubre de 2020.Hide Footnote .

Crisis Group virtual interview, opposition legislators, Caracas, 17 October 2020. Juan Carlos Caldera, a party leader, confirmed the Primero Justicia proposal in a 29 October interview with journalist Vladimir Villegas, who broke the story. “Vladimir a la Carta con Juan Carlos Caldera, de Primero Justicia”, video, YouTube, 29 October 2020.Hide Footnote

III. El camino por delante para el gobierno y la oposición

A. Una estrategia de supervivencia bajo sanciones y el COVID-19

Incluso antes de que las elecciones de diciembre le aseguraran el control total sobre casi todas las instituciones del país, la pandemia del coronavirus había sido relativamente amable con Maduro. Tan pronto como el gobierno reconoció públicamente el primer caso venezolano de COVID-19, el 13 de marzo, el presidente implementó medidas de aislamiento, despejando las calles justo cuando Guaidó iniciaba una nueva campaña de protesta[fn]Andrés Cañizález, “La pandemia no debilitó a Maduro”, El Estímulo, 14 de octubre de 2020.Hide Footnote .

Andrés Cañizález, “La pandemia no debilitó a Maduro”, El Estímulo, 14 October 2020.Hide Footnote

La naturaleza represiva del gobierno de Maduro está documentada en informes de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y de una misión de verificación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El gobierno, cada vez más autoritario, restringió la movilidad para contener el contagio y restringió aún más la libertad de prensa e incrementó la centralización del poder[fn]Periodistas y trabajadores de la salud que han cuestionado la versión del gobierno sobre la propagación de la pandemia en Venezuela han sido acosados e incluso judicializados. “Venezuela: A Police State Lashes Out Amid Covid-19”, Human Rights Watch, 28 de agosto de 2020. “La disciplina del miedo: Detenciones arbitrarias y asesinatos en protestas en los 6 primeros meses del estado de alarma en Venezuela”, Provea, 11 de noviembre de 2020.Hide Footnote . La naturaleza represiva del gobierno de Maduro está documentada en informes de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y de una misión de verificación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU[fn]“Informe de la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela”, Consejo de Derechos Humanos de la ONU, 45º período de sesiones, 14 de septiembre a 2 de octubre de 2020.Hide Footnote . En diciembre, la fiscal de la Corte Penal Internacional informó que había encontrado una “base razonable” para creer que las autoridades civiles venezolanas, miembros de las fuerzas armadas e individuos progubernamentales habían cometido crímenes de lesa humanidad. La fiscalía está llevando a cabo el “examen preliminar” de las acusaciones y probablemente en 2021 decidirá si inicia una investigación completa[fn]“Informe sobre las actividades de examen preliminar 2020. Venezuela I”, Corte Penal Internacional, 14 de diciembre de 2020. “ICC prosecutor sees ‘reasonable basis’ to believe Venezuela committed crimes against humanity”, Reuters, 14 de diciembre de 2020.Hide Footnote . Entre estas acusaciones se destaca el uso de fuerzas de seguridad uniformadas y no uniformadas y unidades parapoliciales para la persecución de disidentes, aplicando métodos como desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales. Para ciertos oficiales, la pandemia ha incrementado las oportunidades para obtener sobornos y ocultar delitos[fn]Reynaldo Mozo Zambrano, “Harina, antibacterial, dinero y gasolina, lo que exigen algunos policías en alcabalas”, Efecto Cocuyo, 6 de abril de 2020.Hide Footnote .

Es cierto que el gobierno se ha enfrentado a un colapso socioeconómico sin precedentes, agravado por las sanciones estadounidenses y la pandemia. Para 2018, antes de las sanciones sectoriales impuestas por Washington, el PIB ya había caído de más de $200 mil millones en 2013 a alrededor de $80 mil millones[fn]Santiago Pérez, “Venezuela’s economic collapse explained in nine charts”, Wall Street Journal, 25 de marzo de 2019. Los estimados del valor del PIB venezolano varían considerablemente debido a las dificultades para establecer una cifra confiable de la tasa de cambio entre el bolívar y el dólar estadounidense.Hide Footnote . Para fines de 2019, la economía ya se había reducido en más de dos tercios en comparación con el momento en el que Maduro llegó al poder en 2013[fn]“Perspectivas económicas para 2020: el análisis de Asdrúbal Oliveros, Luis Oliveros y Henkel García”, Sumarium, 13 de diciembre de 2019.Hide Footnote . Las sanciones, sumadas a una disminución sostenida de la producción de petróleo y sus derivados, han exacerbado particularmente la grave escasez de combustible, reduciendo incluso los viajes esenciales y paralizando el sistema de transporte[fn]Luis Oliveros, “Impacto de las Sanciones Financieras y Petroleras sobre la Economía Venezolana”, Washington Office on Latin America, octubre de 2020.Hide Footnote . Mientras tanto, las exportaciones de petróleo se han desplomado, de un máximo de más de 3 millones de barriles por día a principios de la década de 2000 a alrededor de 0,5 millones por día en los últimos meses, y por primera vez en 100 años un producto no petrolero, el oro, está generando más dinero en exportaciones que el petróleo[fn]“Venezuela’s oil exports fall to new low in October as clients walk away”, Reuters, 2 de noviembre de 2020; entrevista de Crisis Group, economista, Caracas, 14 de octubre de 2020.Hide Footnote . Las sanciones también obligan al gobierno a operar principalmente en efectivo, y muchas empresas extranjeras no comercian con Venezuela por temor a incurrir en sanciones secundarias de EE. UU.

El colapso socioeconómico ha tenido efectos políticos encontrados. Ha hecho que el gobierno dependa de unos pocos países que también están sancionados (como Irán) o de los pocos países que están dispuestos a arriesgarse a sanciones secundarias de EE. UU. (China y Rusia). Dicho esto, también se puede afirmar que han ayudado al gobierno a deshacerse de la oposición organizada al obligar a millones a emigrar y dejar a la mayoría de la población dependiente de las ayudas estatales.

Al atribuir la miseria económica del país casi exclusivamente al impacto de las sanciones, Maduro ha dado señales claras de cómo pretende proceder en 2021.

Al atribuir la miseria económica del país casi exclusivamente al impacto de las sanciones, o lo que él llama “el bloqueo”, Maduro ha dado señales claras de cómo pretende proceder en 2021[fn]“Maduro desnuda la crisis económica: Venezuela perdió 99% de sus ingresos en divisas ‘por el bloqueo’”, Banca y Negocios, 29 de septiembre de 2020.Hide Footnote . Una pista es la Ley Antibloqueo, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente el 8 de octubre[fn]“Ley Constitucional Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos”, Gaceta Oficial Extraordinaria, 12 de octubre de 2020. La Asamblea Constituyente será disuelta, sin producir nunca una nueva constitución, tras las elecciones de la nueva Asamblea Nacional. Ver nota al pie de página 1.Hide Footnote . En esencia, la ley le permite al gobierno prescindir de cualquier restricción legal o reglamentaria que considere necesaria para evitar las sanciones, así como declarar confidencial cualquier documento pertinente. Faculta a las autoridades para que modifiquen la composición de las empresas conjuntas en las que participa el Estado (eludiendo leyes introducidas por el predecesor y mentor de Maduro, Hugo Chávez, que le exigen al Estado mantener el control mayoritario) y eliminen las restricciones para la exportación de minerales y otros bienes estratégicos, para estimular la inversión[fn]Maduro le ha pedido a China que aproveche las oportunidades ofrecidas por la ley en el sector energético (incluidos petroquímicos), de minería y turismo. “Maduro pide ayuda a China y le ofrece liderar nuevas inversiones en Venezuela”, EFE, 7 de noviembre de 2020. Y el 13 de noviembre, la vicepresidenta Delcy Rodríguez se reunió en Moscú con líderes empresariales rusos, aparentemente del sector energético principalmente, con el mismo objetivo. Nelson Bocaranda, “¿La antibloqueo?”, Runrunes, 18 de noviembre de 2020.Hide Footnote . Todos los ingresos de estas inversiones se destinarán a un fondo especial que operará fuera del proceso presupuestario ordinario y estará exento de la supervisión del parlamento, incluso de uno dominado por el partido oficialista PSUV[fn]Juan Manuel Rafalli, “El insólito proyecto de Ley Antibloqueo”, Prodavinci, 7 de octubre de 2020.Hide Footnote .

Aprobada sin debate por la Asamblea Constituyente (la cual fue elegida en medio de una gran controversia, en 2017, y conformada en su totalidad por leales partidarios del gobierno), la ley fue condenada por varios chavistas destacados, incluidos al menos cuatro miembros de la Asamblea[fn]Luis Britto García, “Proyecto de Ley Antibloqueo”, Aporrea, 3 de octubre de 2020. Ronny Rodríguez Rosas, “Conozca lo que piensan corrientes del chavismo sobre la Ley Antibloqueo de Maduro”, Efecto Cocuyo, 7 de octubre de 2020. El origen y las prácticas antidemocráticas de la Asamblea Nacional Constituyente se describen en el informe breve de Crisis Group sobre América Latina N°36, Poder sin el pueblo: evitando el colapso de Venezuela, 19 de junio de 2017.Hide Footnote . Con el pretexto de las sanciones, la intención del gobierno es administrar la economía y las finanzas del país a su propia discreción y sin supervisión[fn]El grupo de presión Acceso a la Justicia se refiere a la ley como el “mayor atropello al Estado de derecho ocurrido hasta ahora”. “‘Ley Antibloqueo’ de la írrita Constituyente en seis preguntas”, Acceso a la Justicia, 16 de octubre de 2020.Hide Footnote . Si bien la práctica de tener gastos extraoficiales del gobierno se remonta a la era de Chávez, la ley parece destinada a fomentar mayor corrupción tanto en el sector público como en el privado. Los únicos inversores o comerciantes extranjeros que pueden llegar a sentirse atraídos por un marco regulatorio de esta naturaleza son aquellos que ya operan fuera de los límites del derecho internacional o aquellos protegidos por gobiernos dispuestos a ignorar las sanciones. A medida que el gobierno de Maduro pierde su capacidad para obtener divisas y mantener el nivel de importaciones que requiere el país, éste depende cada vez más de aliados que se encuentran en circunstancias similares o están dispuestos a desafiar el régimen de sanciones.

B. Tensiones en el bloque de gobierno

El 20 de octubre, Maduro anunció su intención de que la nueva legislatura apruebe una Ley de Parlamento Comunal, que obligaría a la Asamblea Nacional a contar con la aprobación de las comunas (una red de comités locales creada por Chávez) para cualquier medida que quiera aprobar[fn]Pascal Fletcher, “Chávez ‘communes’ stoke Venezuela democracy debate”, Reuters, 15 de julio de 2010.Hide Footnote . Las comunas, concebidas por Chávez como un posible sustituto del “Estado burgués”, están dominadas por el oficialismo y operan fuera del marco establecido por la Constitución de 1999, sin usar el voto secreto y traslapándose con las estructuras convencionales del gobierno local[fn]Margarita López Maya, “Socialismo y comunas en Venezuela”, Nueva Sociedad, no. 274, marzo-abril de 2018. Los principios del Estado comunal se incluyeron en la propuesta de reforma constitucional de 2007 de Chávez, que el electorado rechazó por estrecho margen en el referéndum.Hide Footnote . Como señalan algunos analistas, Maduro ha prometido reiteradamente en época de elecciones introducir el Estado comunal, pero no lo ha cumplido[fn]“Sistema comunal: el comodín repetido de Maduro en las campañas electorales”, La Gran Aldea, 28 de octubre de 2020.Hide Footnote . Muchas comunas desfallecen en el olvido o simplemente han desaparecido, y la ley, si finalmente se aprueba, puede convertirse en letra muerta. Aun así, al exigir que la nueva Asamblea Nacional se subordine al mandato de las comunas, el presidente está dando señales de que mantendrá al parlamento bajo control.

Una pregunta más importante es si, ahora que el desafío inmediato de la oposición se ha desvanecido, resurgirán las tensiones dentro del chavismo. Varios de los partidos minoritarios que antes formaban la coalición oficialista Gran Polo Patriótico rompieron lazos con el PSUV de cara a las elecciones del 6 de diciembre para formar la Alianza Popular Revolucionaria. El gobierno respondió con fallos del Tribunal Supremo que les arrebataron el control a dos de ellos (Patria para Todos y el Partido Tupamaro) y se lo entregaron a partidarios del gobierno. Un tercero, el Partido Comunista de Venezuela, reportó una visita de la policía secreta o SEBIN, a una de sus sedes regionales. Juan Barreto, antiguo oficialista y exalcalde metropolitano de Caracas, realizó una alianza entre su movimiento de izquierda REDES (al que no se le permitió registrarse como partido) y el partido Soluciones del excandidato presidencial de la oposición, Claudio Fermín.

Estas organizaciones disidentes se consideran a sí mismas como representantes del legado del difunto presidente Chávez, en contraste con lo que ven como una traición por parte del gobierno de Maduro a este legado, quien a su vez los trata cada vez más como contrarrevolucionarios. Los Cuadrantes de Paz (o Cupaz), un grupo parapolicial formado recientemente, atacaron una protesta de la Alianza Popular Revolucionaria en el centro de Caracas el 15 de octubre, por ejemplo[fn]Los agresores vestían uniformes negros y chalecos antibalas del Cupaz y portaban pistolas. Pasaron las líneas policiales para atacar al grupo disidente, aunque la policía finalmente los dispersó. Algunos en la izquierda atribuyen la formación del Cupaz a la pérdida de control del gobierno sobre los colectivos armados de los que dependía anteriormente para imponer disciplina en los barrios. Cuatro colectivos estuvieron entre los que convocaron la protesta del 15 de octubre. Entrevistas de Crisis Group, chavistas disidentes, Caracas, octubre de 2020; “Red Autónoma de Comuneros denuncia hostigamiento de las CUPAZ y UTC (PSUV) contra militantes de izquierda”, Aporrea, 17 de octubre de 2020. Ver también informe de Crisis Group sobre América Latina N°78, Armas por doquier: Cómo frenar la amenaza de grupos violentos a Venezuela, 20 de febrero de 2020.Hide Footnote . Sumado a sus reclamos por la corrupción y la creciente privatización y dolarización de la economía, estos críticos de izquierda del gobierno resaltan el colapso de los servicios públicos, el hambre y las enfermedades, temas centrales de un número creciente de manifestaciones en todo el país. En el período previo a las elecciones del 6 de diciembre, estas protestas aumentaron notablemente en áreas antes consideradas baluartes del chavismo[fn]En septiembre, las protestas alcanzaron su punto máximo, con un promedio de 40 por día en todo el país. El Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social señaló en su informe mensual que se destacaron “las protestas en zonas rurales, donde el chavismo fue [la tendencia política] mayoritario en el pasado”.Hide Footnote .

In September, protests reached a peak, with an average of 40 per day across the country. The Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social noted in its monthly report that “[p]rotests in rural areas where chavismo was formerly the majority [political tendency]” stood out.Hide Footnote

Las fracturas en las filas chavistas pueden volverse cada vez más visibles.

Las fracturas en las filas chavistas pueden volverse cada vez más visibles. Según informes, alrededor del 20 por ciento del electorado está compuesto por partidarios de Chávez actualmente descontentos, algunos debido al drástico empeoramiento en sus condiciones de vida, otros porque consideran que el gobierno de Maduro ha traicionado los principios fundamentales del chavismo, principalmente a través de una política económica de libre mercado cada vez más abiertamente descarada, pero también por la falta de democracia interna y las violaciones a los derechos humanos[fn]Entrevista de Crisis Group, encuestadora venezolana, 11 de noviembre de 2020.Hide Footnote . Sin embargo, actualmente no existe una figura política capaz de liderar a los disidentes, y sin tal líder el descontento puede permanecer latente[fn]Estudio cualitativo inédito realizado por chavistas disidentes, compartido en octubre de 2020. Algunos líderes potenciales, como los generales Raúl Baduel y Miguel Rodríguez Torres, permanecen en la cárcel. Otros, como el exvicepresidente Elías Jaua, han tenido cuidado de no enfrentarse abiertamente al gobierno.Hide Footnote . Tampoco se puede esperar que los disidentes se comporten necesariamente como un bloque coherente.

C. Una oposición dividida

Tras asumir la “presidencia interina” en enero de 2019, Juan Guaidó logró unir la mayoría de las diversas corrientes que componen la oposición venezolana. La excepción más significativa fue el grupo de partidos pequeños que favorecen la participación electoral sin importar las condiciones, y cuya figura principal es el exgobernador chavista Henri Falcón de Avanzada Progresista[fn]Este grupo a menudo se conoce como la “mesita” porque surgió como una “mesa auxiliar” de las conversaciones de 2019 facilitadas por Noruega. Para conocer sobre sus orígenes, consulte el informe breve de Crisis Group sobre América Latina N°41, Venezuela: ¿Hay esperanza después de las negociaciones de Barbados?, 11 de diciembre de 2019.Hide Footnote . Pero los sucesivos fracasos asociados a la estrategia de “máxima presión” de Guaidó y EE. UU., así como la ruptura del proceso de negociación facilitado por Noruega (que los líderes de la oposición declararon “agotado” en septiembre de 2019), provocaron una disminución de la popularidad de Guaidó y reafirmaron los liderazgos rivales[fn]Pese al descenso, Guaidó sigue siendo el político con mayor valoración positiva, según encuestas recientes. Eugenio Martínez, “42% de los venezolanos valora positivamente a Guaidó”, Efecto Cocuyo, 24 de noviembre de 2020.Hide Footnote . El desafío de Guaidó llegó a un punto crítico ante la cuestión de cómo abordar el fin del periodo parlamentario 2016-2021 y las elecciones de diciembre, en particular si insistir o no en la continuación de la actual Asamblea Nacional y la preservación de su propia posición como “presidente interino”.

Parte de este desafío proviene de facciones de oposición más radicales que pretenden eliminar a Maduro a cualquier costo. María Corina Machado, cuya facción (Soy Venezuela) favorece la intervención militar extranjera, rechazó la invitación de Guaidó del 19 de agosto a los líderes de la oposición para firmar un pacto de unidad. Poco después, en una carta abierta resumió su rechazo a la idea de negociaciones de cualquier tipo con el gobierno e insistió en el uso de la fuerza[fn]“Carta pública de María Corina Machado al presidente interino Juan Guaidó”, Vente Venezuela, 29 de agosto de 2020.Hide Footnote . El mensaje de Guaidó a la Asamblea General de la ONU (que no reconoce su presidencia) en septiembre parecía destinado a aplacarla, al pedirle a los Estados miembros y al secretario general de la ONU, António Guterres, que consideren la aplicación de la doctrina de la Responsabilidad de Proteger (R2P) en Venezuela en vista de los crímenes de lesa humanidad por parte del gobierno reportados por la misión de verificación de la ONU en septiembre[fn]Guaidó reclamó a la ONU que restaure la soberanía y proteja al pueblo”, El Mundo, 24 de septiembre de 2020.Hide Footnote . Pero, aunque los aliados de Machado se alegraron por el llamado, aunque tardío, este no llenó sus expectativas[fn]La alternativa por la que se inclina la alianza Machado es lo que han denominado “operación de paz y estabilización”. “María Corina propone el despliegue urgente de una Operación de Paz y Estabilización en Venezuela”, Vente Venezuela, 8 de junio de 2020.Hide Footnote . Machado considera que Guaidó es errático y está insuficientemente comprometido con una solución militar[fn]Como prueba, ella cita su incapacidad para que la Asamblea activara el artículo 187.11 de la Constitución, el cual insisten los más radicales le permitiría invitar a tropas extranjeras. Pero esta afirmación es controversial. El artículo en cuestión faculta al parlamento únicamente para autorizar la presencia de “misiones militares” extranjeras en el país.Hide Footnote .

En la otra ala de la oposición, la brecha con los moderados que favorecen las negociaciones para mejorar las condiciones electorales, incluso si Maduro permanece en el poder, tampoco muestra signos de mejoría. Esta tendencia se formó antes de las elecciones legislativas en torno a la figura de Henrique Capriles, el excandidato presidencial que sigue siendo miembro del partido del G4 Primero Justicia[fn]El principal aliado de Capriles, Stalin González, quien ocupó la segunda vicepresidencia de la Asamblea Nacional saliente, renunció el 2 de septiembre a su partido, Un Nuevo Tiempo, y dijo que respetaba, pero no compartía su decisión de boicotear las elecciones.Hide Footnote . A diferencia de los partidos que finalmente participaron en las elecciones del 6 de diciembre, este grupo no está preparado para participar independientemente de las condiciones electorales, pero sus líderes sostienen que incluso una elección amañada podría ser una oportunidad para promover su causa[fn]Félix Seijas Rodríguez, “What Venezuela’s Henrique Capriles Really Wants”, Americas Quarterly, 2 de octubre de 2020.Hide Footnote .

Ha habido un intenso debate interno sobre cómo, o incluso si se debe mantener vivo el actual parlamento para conservar el argumento de que su líder, Guaidó, es el presidente legítimo. Algunos líderes sostienen que debería permanecer en sesión con fundamento en la “continuidad administrativa”, pero este principio legal se aplica a la administración pública más que a los órganos o individuos electos[fn]Claudia Nikken, “Reflexiones sobre la eventual continuidad institucional de la Asamblea Nacional”, Washington Office on Latin America, 18 de agosto de 2020.Hide Footnote . Muchos legisladores de la oposición también temen que puedan ser detenidos y encarcelados por ejercer funciones como diputados del Congreso después del 5 de enero[fn]El artículo 213 del código penal venezolano establece que: “Cualquiera que indebidamente asuma o ejerza funciones públicas civiles o militares, será castigado con prisión de dos a seis meses, y en la misma pena incurrirá todo funcionario público que siga ejerciéndolas después de haber sido legalmente reemplazado o de haberse eliminado el cargo”.Hide Footnote . La mayoría está a favor de dejar a cargo una asamblea reducida, conocida como comisión delegada y compuesta solo por una veintena de miembros, quizás separados de alguna manera del “gobierno interino”[fn]Entrevista telefónica de Crisis Group, diputado de la oposición, 14 de diciembre de 2020. La Asamblea Nacional ha confirmado que avanza hacia la creación de dicha comisión. “Parlamento venezolano instaló Comisión Delegada y convoca a Sesión Extraordinaria para este #17D”, Asamblea Nacional, 16 de diciembre de 2020.Hide Footnote . Cualquiera que sea la decisión, existe un riesgo evidente de que quienes desafíen a Maduro de esta manera sean encarcelados u obligados a salir del país, lo que llevará al establecimiento de un gobierno en el exilio.

En cuanto al propio Guaidó, su futuro también está limitado por la incertidumbre. El 20 de noviembre, Maduro anunció que le solicitaría a la Asamblea Nacional entrante la creación de una comisión para investigar la presunta corrupción por parte de Guaidó y preparar el terreno para un “juicio público”. Puede ser una medida destinada a obligar a Guaidó a huir del país, aunque él mismo y otros líderes de la oposición insisten en que tienen la intención de permanecer en Venezuela[fn]“Maduro propone un juicio público contra Juan Guaidó y diputados de la AN”, Analítica, 21 de noviembre de 2020.Hide Footnote .

“Maduro propone un juicio público contra Juan Guaidó y diputados de la AN”, Analítica, 21 November 2020.Hide Footnote

IV. Colapso económico y social

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, Venezuela estaba sufriendo la contracción económica más severa en la historia de América Latina, y una de las más catastróficas jamás vistas en un país que no estuviera en guerra. La economía se contrajo en un 65 por ciento entre 2013 y 2019, y para fines de 2020 será solo una quinta parte de lo que era cuando Maduro asumió el poder[fn]Ibis León, “Qué esperar de la economía venezolana a final de año, según Asdrúbal Oliveros”, Efecto Cocuyo, 31 de julio de 2020.Hide Footnote . Desde finales de 2017 esta depresión se ha combinado con hiperinflación. La Asamblea Nacional sitúa la inflación acumulada de enero a octubre de 2020 por encima del 1799 por ciento y la tasa interanual en 3332 por ciento[fn]“Índice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional”, Observatorio Venezolano de las Finanzas, octubre de 2020.Hide Footnote .

 

“Índice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional”, Observatorio Venezolano de las Finanzas, October 2020.Hide Footnote

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, Venezuela estaba sufriendo la contracción económica más severa en la historia de América Latina.

Este declive ha provocado un colapso alarmante del nivel de vida de los venezolanos. El Programa Mundial de Alimentos estimó a principios de 2020 que “una de cada tres personas en Venezuela (32,3 por ciento) está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia”[fn]“WFP Venezuela — Evaluación de seguridad alimentaria”, Programa Mundial de Alimentos, febrero de 2020 (con base en datos recolectados de julio a septiembre de 2019).Hide Footnote . Tres cuartas partes de las familias encuestadas habían adoptado “estrategias de sobrevivencia”, reduciendo la cantidad y variedad de alimentos que consumían debido a ingresos insuficientes. La organización benéfica católica Caritas informa que de cada 100 niños a los que ayuda, 59 muestran signos de retraso en el crecimiento como resultado de la desnutrición. “La gente ha perdido su capacidad de recuperación”, dice un trabajador senior de una ONG. “Mucha gente se muere de hambre en sus hogares”[fn]Entrevista de Crisis Group, trabajador senior de una ONG, Caracas, 11 de noviembre de 2020. En octubre de 2020, dos hermanos de 72 y 73 años fueron encontrados muertos por desnutrición en su apartamento de Caracas. Daisy Galaviz, “Dos adultos mayores mueren por desnutrición en San Agustín”, El Pitazo, 29 de octubre de 2020.Hide Footnote .

El gobierno dejó de publicar estadísticas económicas confiables hace varios años. Pero una encuesta realizada periódicamente por las principales universidades del país encontró que a principios de 2020 más del 96 por ciento de venezolanos se encontraban en situación de pobreza, y casi el 80 por ciento en situación de pobreza extrema[fn]Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2019”, Universidad Católica Andrés Bello, 2020.Hide Footnote . La pobreza en Venezuela, sin embargo, no depende simplemente de los ingresos o la caída del PIB. Es multidimensional. En prácticamente todas las áreas de actividad, el Estado ha perdido su capacidad para proporcionar servicios adecuados. Antes de que estallara la pandemia, el 50 por ciento de los hogares sufría cortes de energía diarios y una cuarta parte carecía de gas para cocinar, lo que obligaba a muchas personas a cocinar con leña. El suministro de agua era intermitente y de mala calidad. En un país que ha enfrentado epidemias de todo tipo, desde malaria y sarampión hasta difteria y dengue, el 80 por ciento de la red de atención primaria de salud estaba cerrada o no funcionaba en 2019, al igual que el 70 por ciento de las instalaciones hospitalarias. Una encuesta semanal de hospitales públicos realizada por la ONG Médicos por la Salud encontró que en 2019 el 70 por ciento tenía servicio de agua corriente solo una o dos veces por semana, y alrededor del 50 por ciento sufría cortes frecuentes de electricidad. Solo funcionaban aproximadamente la mitad de los quirófanos del país[fn]“Encuesta Nacional de Hospitales 2019 – Balance Final”, Médicos por la Salud, diciembre de 2019.Hide Footnote .

En prácticamente todas las áreas de actividad, el Estado ha perdido su capacidad para proporcionar servicios adecuados.

Si bien esta situación desesperada y cada vez peor sin duda le ha costado al gobierno mucho respaldo popular y ha provocado numerosas protestas, también ha generado oportunidades para que las autoridades aumenten drásticamente la dependencia de la población de las pocas ayudas estatales que aún subsisten. Entre éstos, se destaca el sistema de distribución de alimentos CLAP, controlado por aliados del oficialismo, fuerzas de seguridad uniformadas o colectivos civiles armados[fn]La proporción de venezolanos que reciben alimentos a través del sistema CLAP pasó del 88 por ciento en 2018 al 92 por ciento en 2019, según la encuesta Encovi realizada por universidades. Sin embargo, la comida suele ser de mala calidad y se entrega de forma irregular. “Encovi 2020: Venezuela es el país más pobre de América Latina y el perfil nutricional se asemeja a países de África”, Provea, 8 de julio de 2020.Hide Footnote . La intersección entre las ayudas estatales y el control político también se ve reflejada en el sistema de bienestar social Patria, que requiere que los beneficiarios cumplan con las exigencias de las autoridades para obtener los servicios[fn]Descrita por un exministro chavista como un sistema de “chantaje”, la tarjeta Patria emplea tecnología china para combinar el acceso a las prestaciones sociales con el control social. Angus Berwick, “How ZTE helps Venezuela create China-style social control”, Reuters, 14 de noviembre de 2018. Los ocupantes de viviendas gubernamentales también deben participar ocasionalmente en encuestas que incluyen preguntas sobre sus afinidades políticas. Pueden perder sus hogares si el gobierno sospecha que son desleales. Roberto Lobo, “El régimen chavista mide su apoyo en una encuesta que pregunta si Nicolás Maduro es un ‘salvador’, un ‘predestinado’ o un ‘estratega’”, Infobae, 16 de noviembre de 2020.Hide Footnote . Los solicitantes deben expresar su apoyo a las iniciativas gubernamentales a través de cuestionarios que solicitan su opinión, por ejemplo, sobre las sanciones de EE. UU[fn]“Más de 93% de los venezolanos apoya que la ANC apruebe Ley Antibloqueo”, VTV, 4 de octubre de 2020.Hide Footnote .

Más de 93% de los venezolanos apoya que la ANC apruebe Ley Antibloqueo”, VTV, 4 October 2020.Hide Footnote

V. El nuevo panorama internacional

El agotamiento respecto a la crisis venezolana no solo a nivel interno, sino también entre los gobiernos extranjeros es palpable. La Organización de los Estados Americanos, cuyo secretario general, Luis Almagro, tiende a dar declaraciones similares a las de la oposición radical, ha perdido gran parte de su relevancia, particularmente desde que el gobierno de Maduro se retiró formalmente del organismo regional en abril de 2019. El Grupo de Lima, que sigue el ejemplo de Washington en el apoyo a Guaidó, continúa emitiendo comunicados sobre la crisis para la que fue creado, pero sus miembros están preocupados por sus asuntos internos y el coronavirus[fn]La nación anfitriona y la fuerza impulsora detrás del grupo, Perú, está experimentando una conmoción política extrema, al igual que uno de los brotes de COVID-19 más graves del mundo. El 9 de noviembre, el parlamento destituyó al presidente Martín Vizcarra; unos días después, su sucesor se vio obligado a dimitir por las protestas masivas. Franklin Briceño y Christine Armario, “Peru swears in new leader as political turmoil hits nation”, Associated Press, 10 de noviembre 2020.Hide Footnote . Venezuela figuró en las elecciones estadounidenses (lo que demuestra su importancia para los inmigrantes del crucial Estado indeciso de la Florida), pero el interés personal del presidente Donald Trump en el tema ya se había desvanecido cuando se dio cuenta de que una rápida victoria sobre Maduro no era posible[fn]Karen DeYoung y Josh Dawsey, “With Maduro entrenched in Venezuela, Trump loses patience and interest in issue, officials say”, Washington Post, 19 de junio de 2019.Hide Footnote . Sin embargo, la UE y su Grupo de Contacto Internacional, al que pertenecen varias naciones de América Latina y el Caribe, siguen activos y no hay indicios de que los principales socios externos de Maduro, Rusia, China, Cuba e Irán, estén considerando retirarle su apoyo.

A. ¿Cómo podría Biden cambiar la política de EE. UU. sobre Venezuela?

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre representará a un cambio significativo en el manejo de las relaciones internacionales por parte de Washington. Pero las implicaciones para Venezuela aún no están claras. La campaña produjo pocos compromisos específicos, pero afirmó que la política central de restaurar la democracia en Venezuela perduraría. Dicho esto, es probable que la administración Biden adopte una posición más multilateral y abandone la doctrina de la “máxima presión”; ciertamente, no explorará la idea de una intervención militar. “EE. UU. no debe estar en el negocio del cambio de régimen”, ha dicho Biden[fn]“Joe Biden Answers 10 Questions on Latin America”, Americas Quarterly, 4 de marzo de 2020.Hide Footnote . Eso podría, entre otras cosas, abrir la posibilidad de una mayor colaboración respecto a Venezuela con la UE, que, junto con el Grupo de Contacto Internacional que creó en febrero de 2019, ha optado por un enfoque menos conflictivo y ha evitado tanto la acción militar como las sanciones económicas[fn]El Grupo de Contacto Internacional está copresidido por la UE y Costa Rica y tiene miembros tanto de Europa como de América Latina y el Caribe.Hide Footnote .

The Contact Group is co-chaired by the EU and Costa Rica and has members from both Europe and the Latin America and Caribbean region.Hide Footnote

Es probable que la administración Biden adopte una posición más multilateral y abandone la doctrina de la “máxima presión”.

Es probable que la posición de Biden respecto a Maduro sea más flexible que la del equipo de Trump. Este último insistió en que el presidente venezolano dejara el cargo como condición para cualquier transición democrática genuina. Es posible que Biden no considere que la salida de Maduro sea un requisito previo para involucrarse seriamente con Venezuela y tomar medidas con respecto a la relación bilateral (tal como aliviar las sanciones)[fn]Juan S. González, “Joe Biden and the Future of the Americas”, Americas Quarterly, 28 de julio de 2020. Aquellos a quienes les preocupa el impacto de las sanciones sectoriales en los venezolanos del común a menudo abogan por sanciones “inteligentes” o específicamente dirigidas que pueden ser levantadas o reducidas cuando el gobierno sancionado cumple con medidas claramente determinadas. Dany Bahar, “US sanctions must be precise in order to spare innocent Venezuelans”, Brookings Institute, 29 de mayo de 2018.Hide Footnote .

Entre los desarrollos más significativos podría estar un intento renovado de EE. UU. por establecer relaciones con el aliado más cercano de Maduro, Cuba, cuyo personal, según informes, está involucrado en varias áreas clave de la administración, incluidos los servicios de inteligencia, puertos, notarias públicas y los sistemas de inmigración e identificación ciudadana[fn]Biden ha dicho que “revertirá rápidamente” las políticas de confrontación de la administración Trump hacia Cuba, indicando que el compromiso en lugar del aislamiento es la mejor manera de promover la causa de la democracia en la isla. “Joe Biden Answers 10 Questions on Latin America”, op. cit. Angus Berwick, “Imported repression: how Cuba taught Venezuela to quash military dissent”, Reuters, 22 de agosto de 2019; Paulo A. Paranagua, “Their men in Caracas: the Cuban expats shoring up Maduro’s government”, The Guardian, 27 de mayo de 2014.
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. Con Trump, se le hizo creer a Cuba que el cambio de régimen en Venezuela sería un escalón hacia la remoción del gobierno comunista de La Habana[fn]Entrevista telefónica de Crisis Group, diplomático latinoamericano, 24 de noviembre de 2020. John Bolton, quien fue asesor de seguridad nacional de Trump desde abril de 2018 hasta septiembre de 2019, clasificó a Cuba, Nicaragua y Venezuela como la “troika de la tiranía”. “Remarks by National Security Advisor John R. Bolton on the administration’s policies in Latin America”, Foreign Policy, 2 de noviembre de 2018.Hide Footnote . Cuba ha tenido todos los incentivos para ayudar a Maduro a sobrevivir el mayor tiempo posible. Si se le ofrecen garantías creíbles al gobierno cubano de que no está bajo la amenaza de EE. UU., y una alternativa a su fuerte dependencia de Venezuela (particularmente de combustible) o la oposición se compromete a mantener el suministro de petróleo, se le podría persuadir para que al menos no obstaculice una posible transición[fn]Entrevista de Crisis Group, diplomático cubano, octubre de 2020.Hide Footnote . Podría resultar mucho más difícil convencer a Moscú y Pekín de que se suban a bordo[fn]Ver Juan S. González, “Joe Biden and the future of the Americas”, op. cit. Ernesto Londoño, “Biden’s plans for Latin America: ‘end bully dictating policy’”, The New York Times, 27 de octubre de 2020.
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See González, “Joe Biden and the future of the Americas”, op. cit.; Ernesto Londoño, “Biden’s plans for Latin America: ‘end bully dictating policy’”, The New York Times, 27 October 2020.Hide Footnote

B. Los aliados de Maduro

Los esfuerzos por forjar un consenso internacional para resolver la crisis venezolana han fracasado hasta ahora no solo por las diferencias políticas entre Washington y sus aliados europeos, sino también por el apoyo que recibe el gobierno de Maduro tanto de Rusia como de China, sus dos mayores acreedores bilaterales. Esta disputa ha sido más evidente en las ocasiones en las que el tema de Venezuela ha llegado al Consejo de Seguridad de la ONU, en el que ambos países fungen como miembros permanentes (y por lo tanto tienen poder de veto)[fn]El Consejo de Seguridad celebró por primera vez una sesión abierta para considerar a Venezuela el 26 de enero de 2019, a solicitud de Washington, aunque había sido objeto de reuniones informales anteriormente. El Consejo volvió a debatir el asunto el 27 de febrero de 2019, cuando EE. UU. presentó una moción exigiendo nuevas elecciones presidenciales. Rusia interpuso otra condenando la “injerencia externa”, y agregó que Venezuela no era una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y, por lo tanto, estaba fuera del alcance del Consejo. Rusia y China vetaron la moción de EE. UU., mientras que Rusia no logró obtener suficientes votos para su moción. El 10 de abril de 2019, nuevamente a instancias de EE. UU., el Consejo escuchó testimonios sobre la crisis humanitaria y el 20 de mayo de 2020 se reunió a instancias de Rusia tras el fracaso de la Operación Gedeón (ver nota al pie de página 93). Ver “Country and Regional Issues (Venezuela)”, Security Council Report, n.d.Hide Footnote .

The Security Council first held an open meeting to consider Venezuela on 26 January 2019, at Washington’s request, although it had been the subject of previous informal meetings. The council debated the matter again on 27 February 2019, when the U.S. made a motion demanding a fresh presidential election. Russia advanced another condemning “outside interference”, adding that Venezuela was no threat to international peace and security and thus outside the council’s purview. Russia and China vetoed the U.S. motion, while Russia’s failed to obtain enough votes. On 10 April 2019, again at U.S. urging, the council heard testimony on the humanitarian crisis, and on 20 May 2020 it was convened at Russia’s behest after the failure of Operation Gideon (see fn 94). See “Country and Regional Issues (Venezuela)”, Security Council Report, n.d.Hide Footnote

Los esfuerzos por forjar un consenso internacional para resolver la crisis venezolana han fracasado.

Expertos en política exterior china tienden a atribuir el enfoque de Pekín hacia Venezuela principalmente a intereses comerciales y económicos (en particular los relacionados con las industrias extractivas), mientras que la participación de Moscú es más explícitamente geopolítica[fn]Kristen Martínez-Gugerli, “Taking Stock of Chinese and Russian Relations with Venezuela”, Washington Office on Latin America, 10 de agosto de 2020.Hide Footnote . China, el mayor importador de petróleo del mundo, recibió acceso privilegiado al petróleo de Venezuela (poseedor de las mayores reservas del mundo) a cambio de cuantiosos préstamos en los que Venezuela ahora está en mora. A pesar de las sanciones estadounidenses a la petrolera estatal venezolana PDVSA, que obligaron a China a utilizar intermediarios, el comercio bilateral parece estar aumentando una vez más. Pero mientras la industria petrolera venezolana ha recibido inversión directa de China, el comercio se ha visto muy afectado por la crisis política y económica. En el primer semestre de 2019, China estaba importando un promedio de 350 000 barriles diarios de Venezuela, pero las sanciones la obligaron a utilizar intermediarios y el volumen se redujo en más de dos tercios. Sin embargo, las importaciones directas se reanudaron a fines de 2020[fn]Luc Cohen y Marianna Parraga, “Venezuela resumes direct oil shipments to China despite U.S. sanctions”, Reuters, 26 de noviembre de 2020; y “How China got shipments of Venezuelan oil despite U.S. sanctions”, Reuters, 12 de junio de 2020.Hide Footnote .

Funcionarios chinos han expresado en privado estar abiertos a la idea de una transición política, pero Pekín se opone a lo que considera una interferencia externa en los asuntos de un Estado soberano, aunque parece aplicar ese principio con menos rigor que en el pasado[fn]Entrevista telefónica de Crisis Group, experto en relaciones entre China y Venezuela, 11 de diciembre de 2020. Courtney J. Fung, China and Intervention at the UN Security Council: Reconciling Status, (Oxford, 2019).Hide Footnote .

Crisis Group telephone interview, expert on China-Venezuela relations, 11 December 2020. Courtney J. Fung, China and Intervention at the UN Security Council: Reconciling Status (Oxford, 2019). Hide Footnote

Venezuela no puede contar con Rusia como lo hizo Cuba con la Unión Soviética antes de su colapso.

En cuanto a Rusia, como lo ve un exfuncionario estadounidense senior, “está en Venezuela en gran medida como una forma de ganar terreno contra EE. UU.”[fn]Comentario realizado en foro de discusión en línea, 12 de noviembre de 2020.Hide Footnote . Pero la incapacidad de Maduro para estabilizar el país, ya sea política o económicamente, ha llevado a Moscú a reevaluar la relación, según analistas de Rusia[fn]Foro en línea con expertos de Rusia, noviembre de 2020.Hide Footnote . Rusia también está involucrada en el sector del petróleo y gas venezolano, ayudando al país a eludir las sanciones, lo que llevó a EE. UU. a imponerle sanciones a la empresa rusa involucrada, junto con su presidente[fn]“The United States Sanctions Rosneft Trading S.A. to Secure Venezuela’s Natural Resources”, comunicado de prensa, Embajada Virtual de los EE. UU., Venezuela, 18 de febrero de 2020.Hide Footnote . Ahora que Maduro controla el parlamento, puede “legalizar” cualquier acuerdo de comercio e inversión que alcance con Moscú, pero Rusia es consciente de que el rechazo internacional de las elecciones limita la validez de cualquier contrato. La deuda de Venezuela con Rusia, contraída en parte debido a las compras masivas de armas durante el gobierno de Chávez, también es un problema bilateral importante, y aquí Moscú no está dispuesto a ceder. En efecto, Venezuela no puede contar con Rusia como lo hizo Cuba con la Unión Soviética antes de su colapso[fn]Rusia reestructuró la deuda bilateral venezolana de $3,15 millones en octubre de 2017. Los detalles del plan de pago fueron revelados a mediados de 2020 cuando se presentaron a la Duma para su aprobación. “Russia says Venezuela will increase debt repayment five-fold from 2023”, Reuters, 30 de junio de 2020. Sus activos en Venezuela fueron transferidos a una corporación estatal el 28 de marzo de 2020, cuando Rosneft enfrentó sanciones secundarias. De hecho, actualmente están congelados.Hide Footnote . Pero la primacía de la geopolítica en la estrategia de Moscú para Venezuela sugiere que Rusia podría negarse a apoyar una transición a menos que Washington esté dispuesto a hacer concesiones en otros lugares[fn]Durante las audiencias del juicio político contra Trump en 2019, la exasesora de la Casa Blanca sobre Rusia, Fiona Hill, testificó que Moscú había ofrecido reducir su apoyo a Maduro a cambio de concesiones estadounidenses en Ucrania. “Los rusos [...] estaban señalando con mucha fuerza que querían de alguna manera hacer un intercambio muy extraño entre Venezuela y Ucrania: [...] Nos quieren fuera de su patio trasero [...] Tenemos nuestra propia versión de esto. Están en nuestro patio trasero en Ucrania. Y nos lo estaban enviando, de manera informal a través de canales. Fue en la prensa rusa”. “Transcript: Fiona Hill and David Holmes testimony in front of the House Intelligence Committee”, Washington Post, 22 de noviembre de 2019.Hide Footnote .

During the 2019 Trump impeachment hearings, former top White House Russia expert Fiona Hill testified that Moscow had offered to reduce its support for Maduro in exchange for U.S. concessions on Ukraine. “The Russians [...] were signalling very strongly that they wanted to somehow make some very strange swap arrangement between Venezuela and Ukraine: [...] You want us out of your backyard [...] We have our own version of this. You’re in our backyard in Ukraine. And we were getting that sent to us, kind of informally through channels. It was in the Russian press”. “Transcript: Fiona Hill and David Holmes testimony in front of the House Intelligence Committee”, The Washington Post, 22 November 2019.Hide Footnote

C. El panorama desde Bruselas

A medida que se acercaba el día de las elecciones, el alto representante de la UE, Josep Borrell, hizo un último esfuerzo por persuadir a Maduro de posponer las elecciones, y así ganar tiempo para negociar mejores condiciones y permitir que los observadores electorales de la UE llevaran a cabo una misión de seguimiento. Borrell esperaba que al asegurar unas elecciones justas se generara suficiente confianza entre las partes para allanar el camino hacia más negociaciones. Sin embargo, la visita de una delegación de alto nivel de la oficina de Borrell a fines de septiembre no logró convencer a Maduro de ceder, y Borrell enfrentó críticas de algunos en el Parlamento Europeo por supuestamente ir a espaldas de los Estados miembros con una misión “secreta”, lo cual rechazó contundentemente[fn]Al comparecer ante el parlamento el 7 de octubre, Borrell señaló que su iniciativa de buscar mejores condiciones electorales formaba parte de los intentos de mediación avalados por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE. Bernardo de Miguel, “Borrell mantendrá el diálogo con Maduro a pesar de las críticas en el Parlamento Europeo”, El País, 7 de octubre de 2020.Hide Footnote . En un comunicado de prensa del 30 de septiembre, Borrell manifestó que no existían “condiciones para un proceso electoral libre, justo y democrático” y que sin mejoras significativas no podría haber misión electoral de la UE[fn]“Venezuela: Press release on EU dialogue with stakeholders in Caracas”, Servicio Europeo de Acción Exterior , 30 de septiembre de 2020.Hide Footnote .

El esfuerzo por promover la participación de la oposición en las elecciones, que también contó con el apoyo del Grupo de Contacto Internacional, se enfrentó a una considerable resistencia, sobre todo por parte de Washington y Guaidó. Ambos insistieron en que mientras Maduro permaneciera en el poder no tenía sentido participar, ya que las elecciones, por definición, serían amañadas. En una entrevista con un periódico, el representante especial de EE. UU. para Venezuela, Elliott Abrams, dijo que “no es útil que la oficina de Borrell trabaje por sí sola”, y agregó que “es justo llamarlo diplomacia de cowboy[fn]Anthony Faiola, “U.S. criticism of European mission to Venezuela shows growing divide over Maduro”, Washington Post, 28 de septiembre de 2020. El uso del término “diplomacia de cowboy” por parte de Abrams fue una aparente represalia por el hecho de que Borrell dijera, en mayo de 2019, que EE. UU. estaba actuando “como el cowboy del oeste”.Hide Footnote . Es probable que la llegada de la administración Biden ponga fin a este ataque transatlántico contra Venezuela.

D. Vecinos ansiosos

Los vecinos de Venezuela en América Latina y el Caribe han sido los más afectados por una crisis de refugiados solo superada por la provocada por la guerra en Siria. Más de cinco millones de personas han huido del país, la mayoría desde 2014[fn]Para la información más reciente sobre la crisis de migrantes y refugiados, consulte la plataforma de coordinación para refugiados y migrantes de Venezuela R4V.Hide Footnote . Si bien el flujo masivo podría contribuir positivamente al crecimiento económico en los países receptores, también crea considerables desafíos a corto plazo en lo referente al gasto público y servicios de bienestar social, así como alteraciones en el mercado laboral[fn]Emilio Fernández Corugedo y Jaime Guajardo, “For Venezuela’s neighbours, mass migration brings economic costs and benefits”, IMF Blog, 21 de noviembre de 2019.Hide Footnote . El gasto que representa para Colombia afrontar el flujo de migrantes durante el período 2020-2022 se ha calculado en 0,5 por ciento del PIB, y la recesión causada por la pandemia vendrá acompañada de presión para realizar recortes[fn]“Presupuesto para atender a venezolanos migrantes sería de cerca de 0,5% del PIB”, La República, 25 de octubre de 2019.Hide Footnote . En 2019, la ONU recibió poco más de la mitad de los $738 millones que había solicitado de donantes para mitigar la crisis migratoria[fn]Michael Stott y Gideon Long, “Venezuela: refugee crisis tests Colombia’s stability”, Financial Times, 19 de febrero de 2020.Hide Footnote . La cantidad recibida en 2020 ha sido “irrisoria”, dijo un miembro destacado de una organización humanitaria venezolana; ésta no llegó al 20 por ciento del objetivo de financiación[fn]Entrevista de Crisis Group, representante de una ONG, Caracas, 12 de noviembre de 2020. Para obtener actualizaciones sobre la financiación del programa de asistencia humanitaria para 2020, consulte Humanitarian Insight de OCHA.Hide Footnote . Los políticos oportunistas a menudo provocan reacciones xenófobas entre las poblaciones que reciben a los migrantes[fn]Sergio Guzmán y Juan Camilo Ponce, “Hate against Venezuelans in Colombia is a ticking time bomb”, Global Americans, 10 de noviembre de 2020. Tras el asesinato de un pasajero de autobús el 29 de octubre, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, culpó a los inmigrantes venezolanos por el aumento de las tasas de criminalidad, a pesar de la evidencia en contrario (y aunque el asesinato no fue cometido por un venezolano). Sus comentarios provocaron tanto críticas generalizadas como un fuerte aumento de comentarios xenófobos en redes sociales, este último según Barómetro de la Xenofobia, una encuesta realizada por ONG colombianas. “Se incrementó publicaciones xenófobas un 83% por declaraciones de Claudia López”, La Opinión, 30 de octubre de 2020.Hide Footnote . El impacto ha sido particularmente severo en Colombia, que ahora alberga aproximadamente a 1,7 millones de venezolanos[fn]A fines de 2019, el 69 por ciento de los colombianos tenía una opinión desfavorable de los inmigrantes venezolanos, según una encuesta de Gallup/Invamer. “Tres claves para entender por qué aumentó el rechazo hacia los venezolanos”, Semana, 5 de diciembre de 2019.Hide Footnote .

By late 2019, 69 per cent of Colombians had an unfavourable opinion of Venezuelan immigrants, according to a Gallup/Invamer poll. “Tres claves para entender por qué aumentó el rechazo hacia los venezolanos”, Semana, 5 December 2019.Hide Footnote

Los vecinos de Venezuela en América Latina y el Caribe han sido los más afectados por una crisis de refugiados solo superada por la provocada por la guerra en Siria.

Los desafíos de afrontar el éxodo han reforzado la postura inflexible de varios gobiernos latinoamericanos frente a la crisis venezolana. Once de ellos, junto con Canadá, fundaron el Grupo de Lima en agosto de 2017, con la intención explícita de “contribuir a la restauración de la democracia en ese país [Venezuela] a través de una salida pacífica y negociada”. En la práctica, aunque EE. UU. no es miembro, el grupo se ha adherido muy de cerca al enfoque de Washington sobre la crisis venezolana (aunque ha descartado la intervención militar). Los miembros del Grupo de Lima han presionado a la Corte Penal Internacional para que procese a Maduro y a otros líderes del gobierno por crímenes de lesa humanidad y es posible que se inicie una investigación completa en 2021; también pidieron que se investiguen sus presuntos vínculos con el terrorismo, el tráfico de drogas y otras formas de crimen organizado[fn]Comunicado del Grupo de Lima (punto 4), 13 de octubre de 2020. Sobre el avance de la investigación de la Corte Penal Internacional, ver Informe sobre las actividades de examen preliminar 2020. Venezuela I”, Corte Penal Internacional, 14 de diciembre de 2020. La siguiente etapa de la investigación es determinar si los crímenes son suficientemente graves y si las autoridades han tomado las medidas adecuadas para castigar a los autores.Hide Footnote . La declaración más reciente del grupo rechazó las elecciones del 6 de diciembre y pidió una transición liderada por los venezolanos que conduzca a elecciones libres y justas[fn]“Declaración Conjunta sobre Venezuela”, Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, 7 de diciembre de 2020.Hide Footnote .

Sin embargo, los cambios políticos en la región significan que algunos países ahora están menos inclinados a seguir esta línea. Argentina, que no reconoce la “presidencia interina”, se negó a firmar la última declaración manifestando su preocupación de que el grupo esté abogando por una “intervención extrarregional”[fn]“Argentina no acompañó la declaración del Grupo de Lima sobre Venezuela”, Página 12, 14 de octubre de 2020.Hide Footnote . Otros gobiernos de la región, en especial México, comparten la postura más cautelosa de Argentina. Los cambios anticipados en la política estadounidense bajo Biden ofrecen la posibilidad de un frente regional más unido si, como es probable, el Grupo de Lima continúa siguiendo el ejemplo de Washington. La reanudación de las reuniones entre el Grupo de Lima y el Grupo de Contacto Internacional, en un intento por coordinar su enfoque, sería particularmente favorable en esta coyuntura[fn]Miembros de ambos grupos se reunieron en la ONU en al menos dos ocasiones en 2019 y emitieron comunicados conjuntos que indicaban la voluntad de coordinar acciones, pero sin lograr forjar un enfoque conjunto. El 14 de agosto de 2020, algunos miembros de ambos grupos firmaron una declaración conjunta de apoyo al cambio democrático en Venezuela promovida por EE. UU., y que resultó contraria a los esfuerzos del alto representante de la UE, Borrell, por negociar mejores condiciones para las elecciones del 6 de diciembre.Hide Footnote .

Members of the two groups met at the UN on at least two occasions in 2019 and released joint communiqués indicating a willingness to coordinate actions, but without succeeding in forging a joint approach. On 14 August 2020, some members of both groups signed a U.S.-inspired Joint Declaration of Support for Democratic Change in Venezuela, which ran counter to efforts by EU High Representative Borrell to negotiate improved conditions for the 6 December elections.Hide Footnote

VI. Volviendo a las negociaciones

En marzo de 2020, Crisis Group publicó un informe que describe una posible ruta hacia una transición negociada en Venezuela[fn]Ver informe de Crisis Group sobre América Latina y el Caribe N°79, Imaginando una resolución a la crisis venezolana, 11 de marzo de 2020.Hide Footnote . El informe describía los numerosos obstáculos para tal acuerdo, algunos de los cuales se han vuelto aún más abrumadores en los últimos nueve meses. Lejos de ayudar a superar las dificultades, las elecciones legislativas del 6 de diciembre y otros eventos conexos las han agravado. Si bien no hay una solución fácil en el horizonte, ciertos aspectos de la situación actual se combinan para presentar una oportunidad para avanzar siempre que los actores clave, tanto nacionales como internacionales, estén dispuestos a adaptar sus estrategias.

A. Los obstáculos

La causa fundamental de la crisis política es la insistencia del gobierno de Maduro en cerrar lo que queda del espacio político de Venezuela, lo que a su vez ha reforzado la radicalización de la oposición nacional e internacional. De entrada, reacio a ceder terreno, el gobierno chavista se ha vuelto aún más renuente a medida que la oposición endurece su posición. El deterioro de la situación de derechos humanos, ampliamente documentado en una serie de informes de la ONU, así como la reiterada imposición de condiciones electorales inequitativas, reflejan su dependencia en la coerción y en las instituciones estatales y judiciales bajo el control de su partido como forma de compensar su deteriorada popularidad. Aunque está dispuesto a entablar un diálogo, el gobierno aún no ha demostrado estar preparado para hacer concesiones que puedan reducir su poder, y mucho menos que amenacen su control sobre este. En cambio, ha intentado aprovechar las oportunidades que ofrecen las negociaciones para debilitar y dividir a sus oponentes.

El gobierno intentado aprovechar las oportunidades que ofrecen las negociaciones para debilitar y dividir a sus oponentes.

Un nuevo liderazgo de la oposición bajo Juan Guaidó, en alianza con Washington, surgió en enero de 2019 con el objetivo de eliminar estos obstáculos para una transición del poder a través de “máxima presión”. La administración Trump insistió en que “todas las opciones [estaban] sobre la mesa” (incluido, al menos implícitamente, el uso de la fuerza) y aprobó drásticas sanciones destinadas a obligar al gobierno a retroceder o causar divisiones en sus filas que permitirían la instalación de una autoridad interina antes de realizar nuevas elecciones.

Sin embargo, en lugar de sembrar discordia, la presión pareció intensificar la cohesión en torno a Maduro y su negativa a hacer concesiones. Frente a una amenaza externa y el temor a un cambio de régimen que pondría en tela de juicio su futuro, los militares y los chavistas descontentos no rompieron filas con el presidente; al mismo tiempo, el gobierno se las arregló para encontrar formas de evadir las sanciones incluso cuando éstas se endurecieron.[fn]Para una descripción sobre lo sofisticadas que se han vuelto estas medidas evasivas, ver Marianna Párraga, Rinat Sagdiev y Parisa Hafezi, “Phantom oil buyers in Russia, advice from Iran, help Venezuela skirt sanctions”, Reuters, 10 de noviembre de 2020.Hide Footnote Además, la imposición de sanciones adicionales en agosto de 2019 le dio al gobierno un pretexto para suspender las conversaciones facilitadas por Noruega. La oposición respondió al mes siguiente declarando que el proceso estaba “agotado” y comenzó a explorar opciones militares[fn]Uno de los resultados fue la fallida incursión de mayo de 2020 liderada por mercenarios y conocida como Operación Gideon, que, aunque fue repudiada por el liderazgo de la oposición inició con un acuerdo firmado en Miami en octubre de 2019 por representantes de Guaidó y el exboina verde Jordan Goudreau de la firma de seguridad privada estadounidense Silvercorp. Scott Smith y Joshua Goodman, “Venezuela: 2 US ‘mercenaries’ among those nabbed after raid”, Associated Press, 5 de mayo de 2020.Hide Footnote .

A pesar de las conversaciones intermitentes, ambas partes han tendido a ver la lucha como un juego de todo o nada en el que el objetivo es la eliminación del otro. El gobierno siempre ha considerado que permanecer en el poder a toda costa representa una mejor opción que lo que podría conseguir en una mesa de negociaciones[fn]Para un análisis de por qué las conversaciones han fracasado hasta ahora, consulte el informe breve de Crisis Group, Venezuela: ¿Hay esperanza después de las negociaciones de Barbados?, op. cit.Hide Footnote . En cuanto a la oposición liderada por Guaidó, si bien ha manifestado su disposición de incorporar a miembros del lado del gobierno en un régimen de transición, continúa insistiendo en que el propio Maduro debe dejar el poder antes de que pueda comenzar cualquier transición. Tampoco ha hecho lo suficiente para darle tranquilidad a los militares ni al movimiento chavista respecto a sus intenciones, y, recurrir (en más de una ocasión) a la ruta de la insurrección no ha hecho más que confirmar las sospechas de estos[fn]Informe de Crisis Group, Imaginando una resolución a la crisis venezolana, op. cit. La primera de las tres preguntas de la “consulta” de la oposición del 7 al 12 de diciembre fue: ¿Exige usted el cese de la usurpación de la presidencia de parte de Nicolás Maduro y convoca la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables?”.Hide Footnote . El resultado final es que la oposición ahora parece más fragmentada y con más probabilidades que su enemigo de sufrir un cambio de liderazgo.

 

B. Oportunidades políticas y diplomáticas

El fin del mandato de la actual Asamblea Nacional en enero de 2021 coincide casi exactamente con la toma de posesión de la administración Biden en Washington. Ante el tremendo sufrimiento que padece el pueblo venezolano, el momento es propicio para una profunda revisión estratégica por parte de los actores internos y externos.

No es realista esperar que Maduro renuncie como condición para que comiencen las negociaciones formales y que él no participe en la transición.

El diseño de una nueva estrategia deberá comenzar con una evaluación honesta de las fortalezas relativas del gobierno y la oposición. En particular, no es realista esperar que Maduro renuncie como condición para que comiencen las negociaciones formales y que él no participe en la transición. Más bien, cualquier transición será necesariamente gradual, acompañada de un levantamiento progresivo de las sanciones y la creación de garantías creíbles para ambas partes. Es probable que estas garantías deban incluir ciertas modificaciones a la Constitución, incluido el fin de la reelección presidencial indefinida, la reintroducción de una cámara alta en el parlamento y la restauración de la representación proporcional. Estas modificaciones le darían a quien pierda cualquier elección una mayor participación en el sistema y evitarían abusos de las mayorías, si son debidamente respaldadas por garantes externos. Otros elementos importantes son un sistema de justicia transicional, garantías a los militares sobre su estatus institucional y sobre las perspectivas profesionales de los oficiales, y acuerdos sobre derechos sociales y económicos para calmar los temores chavistas de que haya una represalia “neoliberal”[fn]Ver informe de Crisis Group, Imaginando una resolución a la crisis venezolana, op. cit.Hide Footnote .

Un acuerdo sobre condiciones más justas para las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes en 2021 constituiría un importante paso hacia dicho objetivo. Si bien unas elecciones presidenciales totalmente libres y justas también serán un componente esencial de cualquier solución a largo plazo, sin un acuerdo político previo e integral, no resolverán, por sí solas, la crisis.

La idea de los líderes de la oposición de que la presión le pondría fin rápidamente al mandato de Maduro ha demostrado ser excesivamente optimista y deja un legado problemático que también deberá resolverse. Si bien casi 60 países aún reconocen a Guaidó como el presidente legítimo, queda claro en las conversaciones privadas con diplomáticos extranjeros que una vez que ya no tenga un escaño en el parlamento, su fundamento legal se considerará mucho más débil[fn]Entrevistas de Crisis Group, diplomáticos europeos, 28 de octubre de 2020 y 1 de diciembre de 2020.Hide Footnote . Dentro de la oposición, varias voces destacadas también argumentan que la actual Asamblea Nacional puede mantenerse, si es que se mantiene, solo en forma reducida después del 5 de enero[fn]El intenso debate continúa dentro del grupo central de partidos del G4 sobre qué forma podría tomar la “vida futura” de la presente Asamblea y cómo se relacionaría con la presidencia interina de Guaidó. Para un análisis de los argumentos constitucionales, ver Nikken, “Reflexiones sobre la eventual continuidad institucional de la Asamblea Nacional”, op. cit.Hide Footnote .

Intense debate continues within the core G4 group of parties over what form the “afterlife” of the present assembly might take and how it would relate to Guaidó’s interim presidency. For an analysis of the constitutional arguments, see Nikken, “Reflexiones sobre la eventual continuidad institucional de la Asamblea Nacional”, op. cit.Hide Footnote

Una retirada repentina y mal planeada del apoyo a la presidencia interina de la oposición dividiría a sus aliados externos, daría una victoria política a Maduro y produciría un vacío de poder.

Aquellos que apoyan a Guaidó desde el extranjero tendrán que tratar con delicadeza estos temas en los próximos meses. Una retirada repentina y mal planeada del apoyo a la presidencia interina de la oposición dividiría a sus aliados externos, daría una victoria política a Maduro y produciría un vacío de poder. Por otro lado, si los líderes de la oposición quieren mantener su papel de interlocutor clave en cualquier conversación futura con el gobierno, será vital evitar convertirse en un gobierno en el exilio, así como ampliar su base política local. Eso significará admitir críticas constructivas de otras tendencias opositoras, así como de la sociedad civil, y ejercer una mayor transparencia y democracia interna. Washington y la UE también deberán determinar cómo administrar los activos venezolanos en el extranjero que están, al menos nominalmente, controlados por el equipo de Guaidó, mientras hay una solución política. Una fórmula que permita a un organismo neutral administrar estos activos ayudaría a evitar acusaciones de corrupción y disputas indecorosas entre las facciones de la oposición.

Mientras tanto, el fracaso de la estrategia para derrocar a Maduro, así como la concentración del poder estatal en sus manos, no significa que se hayan perdido todas las oportunidades para resolver la crisis y lograr concesiones gubernamentales. Si bien no hay indicios de que la posición del gobierno de Maduro se esté relajando (más bien todo lo contrario), el gobierno necesita urgentemente algún tipo de alivio de las sanciones para restaurar cierta medida de estabilidad económica, y está ansioso por salir de su aislamiento diplomático restaurando vínculos con EE. UU., Colombia y otros[fn]Entrevista telefónica de Crisis Group, chavista senior, 25 de noviembre de 2020.Hide Footnote .

La voluntad del gobierno de hacer concesiones y embarcarse en nuevas negociaciones se verá incentivada por el probable desmonte de la estrategia del presidente Trump. Un enfoque estadounidense más matizado, de la mano con otros actores internacionales, en particular la UE y su Grupo de Contacto Internacional, no producirá una solución instantánea, pero podría abrir caminos hacia un acuerdo negociado con el chavismo. En respuesta, el gobierno deberá demostrar una intención genuina de llegar a un acuerdo poniendo fin a la represión política, incluida la liberación de presos políticos y la disolución de la fuerza policial especial FAES, como lo recomendó Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos[fn]Bachelet denuncia más de 2.000 ejecuciones extrajudiciales en Venezuela en 2020”, ABC, 25 de septiembre de 2020.Hide Footnote .

Bachelet denuncia más de 2.000 ejecuciones extrajudiciales en Venezuela en 2020”, ABC, 25 September 2020.Hide Footnote

El gobierno deberá demostrar una intención genuina de llegar a un acuerdo poniendo fin a la represión política.

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas plenas entre, por un lado, Venezuela y, por el otro, EE. UU., Colombia y otros, parece ser un objetivo más lejano en la actualidad. Pero pasos en esta dirección por parte de Venezuela y otras naciones, tales como el restablecimiento de las oficinas consulares y la creación de un canal de comunicación entre EE. UU., los países del Grupo de Lima y Venezuela, posiblemente involucrando a un intermediario confiable como Noruega, podrían aliviar la desconfianza actual. La ONU, que hasta ahora ha limitado sus esfuerzos en Venezuela al frente humanitario y de derechos humanos, debería asumir un papel más político si estos esfuerzos ganan tracción. Un buen comienzo sería que el secretario general Guterres nombrara un enviado especial con el respaldo del Consejo de Seguridad.

Apoyo adicional para futuras rondas de negociaciones podría surgir de la sociedad civil venezolana. Partes de ésta que llevan demasiado tiempo ya sea subyugadas a los partidos políticos o desconfiado de los motivos de los políticos, están comenzando a labrar un espacio autónomo desde el cual pueden exigir tanto al gobierno como a la oposición el cumplimiento de acuerdos parciales para aliviar el sufrimiento de la población venezolana. Al mismo tiempo, será crucial que naciones extranjeras, organismos multilaterales y ONG rechacen las medidas del gobierno de Maduro para limitar aún más el espacio para la disidencia, utilizando los medios a su disposición, incluida la suspensión del alivio de las sanciones.

C. Ayuda humanitaria

Es probable que reparar los lazos diplomáticos rotos lleve más tiempo del que permitirá la emergencia humanitaria de Venezuela. Si bien la escasez crónica no se puede resolver sin una solución política, tampoco se pueden ignorar por completo mientras se encuentra esta solución. Ambas partes desconfían de que la otra se atribuya el crédito de las iniciativas humanitarias. El gobierno teme que permitir la asistencia a gran escala debilitaría su control político, mientras que partes de la oposición creen que reducir el sufrimiento aliviaría la presión sobre el gobierno. Acuerdos parciales que alivien la emergencia humanitaria, bajo los auspicios de la ONU, ayudarían a generar apoyo público para el proceso y establecerían cierta confianza entre el gobierno y la oposición.

Es probable que reparar los lazos diplomáticos rotos lleve más tiempo del que permitirá la emergencia humanitaria de Venezuela.

Las sanciones sectoriales draconianas han perjudicado a los venezolanos del común sin lograr sus objetivos estratégicos. Simplemente levantarlas sin condiciones sería recompensar la obstinación y el comportamiento represivo de Maduro. Pero hay un caso sólido para que la administración entrante de los EE. UU. lleve a cabo una evaluación inmediata del impacto humanitario de las sanciones, con miras a reducirlas como consecuencia de las circunstancias excepcionales creadas por la pandemia de COVID-19. Algunas medidas, en particular la muy perjudicial eliminación de permisos por parte de la administración Trump para los intercambios de crudo por diésel que amenazan la distribución de alimentos y otros artículos esenciales, deberían revertirse de inmediato[fn]“US turns screws on Venezuela as Florida beckons”, Argus Media, 29 de octubre de 2020.Hide Footnote . Otras medidas, como las restricciones a las exportaciones de petróleo, han demostrado ser ineficaces para provocar un cambio político e incluso han perdido parte de su poder para frenar la actividad comercial: las exportaciones de petróleo casi se triplicaron en noviembre, por ejemplo, cuando las empresas chinas reanudaron las compras directas[fn]Lucia Kassai y Fabiola Zerpa, “Venezuela oil exports almost triple even as U.S. adds sanctions”, Bloomberg News, 1 de diciembre de 2020.Hide Footnote . A largo plazo, el alivio progresivo de las sanciones debe estar ligado a avances políticos graduales y al restablecimiento de los derechos civiles y políticos.

Algunos elementos de la posición negociadora descrita en marzo de 2020 por el Departamento de Estado de los EE. UU., en especial la voluntad de contemplar una reducción progresiva de las sanciones a cambio de avances en las negociaciones y de involucrar a los chavistas en un gobierno de transición, se pueden aprovechar para este fin, y podrían ayudar a superar la resistencia en el Congreso hacia las aparentes concesiones para el gobierno de Maduro[fn]“Democratic Transition Framework for Venezuela”, Departamento de Estado de EE. UU., 31 de marzo de 2020.Hide Footnote . La pieza central de cualquier posible hoja de ruta tendrá que ser un calendario electoral que incluya elecciones regionales en 2021, un posible referéndum revocatorio en 2022 y elecciones presidenciales en 2024 (o antes si es posible), con derechos políticos restaurados para los candidatos opositores al gobierno y otras medidas que garanticen unas elecciones confiables, así como garantías significativas para las alas civiles y militares de la administración actual y el alivio de sanciones. Los desafíos centrales serán persuadir a la oposición para que se una en torno a una propuesta que, si bien restaura sus derechos políticos, lo haría de manera fragmentada y convencer al gobierno de que el producto final deben ser unas elecciones presidenciales completamente libres y justas.

VII. Conclusión

En muchos aspectos, la crisis venezolana parece estar más lejos que nunca de resolverse. A pesar del adagio popular, la noche no siempre es más oscura antes del amanecer. Sin embargo, hay signos de esperanza. El fracaso de la estrategia lanzada hace dos años bajo el liderazgo de Juan Guaidó exige un replanteamiento fundamental por parte de la oposición y sus aliados extranjeros. Maduro puede estar tentado a declarar su victoria, pero si la presión política desde el exterior realmente disminuye, las demandas de sus propios partidarios por un futuro mejor bien podrían hacerse más fuertes. Sin que se levanten las sanciones, ninguno de los problemas económicos y financieros subyacentes de Venezuela puede comenzar a resolverse. Una nueva administración en Washington presenta un panorama de nuevas y más prometedoras iniciativas en el frente internacional.

Una solución viable será imposible a menos que el gobierno venezolano acceda a la presión para realizar unas elecciones presidenciales libres y justas. Pero no lo hará excepto como resultado de un acuerdo integral que incorpore garantías postelectorales creíbles. Es hora de que el gobierno reconozca que unas elecciones presidenciales justas en las que su candidato pueda perder deben ser un elemento esencial de cualquier acuerdo negociado, y que la oposición reconozca que cualquier transición será necesariamente prolongada e implicará concesiones significativas con los que están en el poder. Es tarea de los aliados internacionales de ambas partes convencerlos de la necesidad de proceder de esta manera y construir el marco para un conjunto de negociaciones que puedan producir tal resultado. No hacerlo no solo pondrá en peligro el futuro de más de 30 millones de venezolanos, sino que también quebrantará aún más la estabilidad regional.

Caracas/Bogotá/Bruselas, 21 de diciembre de 2020

Anexo A: Mapa de Venezuela

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