México es tan seguro como su municipio más violento

Desde 2006, los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador han utilizado una estrategia contra el crimen organizado centralizada, militarizada y fuertemente enfocada en la captura de capos. En esta continuidad, sin embargo, encontramos la contradicción principal de la seguridad en México: el conflicto se ha transformado, pero la respuesta es la misma.

Quizás el cambio más importante es la manera en la que los grupos armados y criminales en México se han multiplicado y fragmentado, pasando de 76 en 2010 a 205 en 2020. Según el análisis estadístico del International Crisis Group, 543 de estos grupos llegaron a operar en distintos momentos entre mediados de 2009 y fines de 2020.

Además, estas organizaciones han diversificado sus portafolios, y han incursionando en el robo de combustible (huachicoleo), los productos agrícolas, la minería, el tráfico de personas y el control de puertos.

Otra transformación importante es la focalización de la violencia en un número de localidades atractivas por sus potenciales mercados, tanto lícitos como ilícitos. Si bien las tasas de criminalidad en términos nacionales han bajado, la violencia letal se ha concentrado más o menos en 30 % del país.

Con el fin de ubicar y jerarquizar estas nuevas dinámicas de violencia, International Crisis Group analizó las tasas de homicidio, y su crecimiento de 2021 a 2022, en 2457 de los 2469 municipios de México^[fn]International Crisis Group, México y sus alcaldes olvidados: gobierno local y la lucha contra el crimen, 23 de junio de 2023. Número de municipios para los que había datos disponibles en junio de 2023. Los datos de homicidios se obtuvieron del Inegi, mientras que las estimaciones de población se extrajeron del Conapo y los censos nacionales. Las categorías fueron determinadas según la tasa de homicidio por cada 100 000 habitantes en 2022 y la tasa de crecimiento de homicidios de octubre de 2020 a septiembre de 2021 y de octubre de 2021 a septiembre de 2022.Hide Footnote . Identificó 361 municipios con niveles de inseguridad medios y 80 con niveles altos, en los que confluyen tasas de homicidios elevadas e incrementos preocupantes en el último año.

Municipios como General Treviño (Nuevo León), Santa María Guelacé (Oaxaca) y Cucurpe (Sonora), encabezan este ranking de la violencia letal con tasas de 83.4, 51.8 y 40.8 homicidios por cada 100 000 habitantes, respectivamente. En comparación con los niveles de México a nivel nacional (12) o América Latina y el Caribe (10.5), estas cifras son alarmantes.

De acuerdo con testimonios de funcionarios de seguridad, los territorios en mayor riesgo de cooptación y captura por el crimen organizado suelen tener características particulares, que están presentes en 166 municipios mexicanos. Estos factores incluyen la presencia de grupos criminales, poblaciones de 20 000 a 50 000 habitantes, y la proximidad a vías de transporte que ofrecen fácil acceso a puertos y a los Estados Unidos, lo que facilita el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. Como ha sucedido anteriormente, la vulnerabilidad de estos municipios puede agravarse a medida que se aproximan las elecciones de junio de 2024, cuando los grupos criminales compiten por la cooptación de autoridades y el control de mercados.

Para complicar aún más la situación, en los últimos años, los alcaldes y otros funcionarios locales se han vuelto uno de los principales objetivos de la violencia criminal: 220 han sido asesinados desde 2006, sesenta y cinco de ellos durante el gobierno del presidente López Obrador. En este contexto, las autoridades locales son forzadas a mantener un frágil balance, al lidiar con ofertas y amenazas de grupos criminales, mientras atienden las demandas de sus comunidades, y administran policías con escasos recursos. 

Sin embargo, la simpatía hacia las alcaldías es poca, ya que sus gobiernos son percibidos como ineficaces, e incluso corruptos, por una porción importante de la población. Si bien esta opinión es fundada, estigmatizar a los funcionarios municipales o dejarlos fuera de la estrategia de seguridad pública es contraproducente. Los funcionarios y policías municipales suelen ser quienes mejor conocen las dinámicas del crimen y la violencia en sus comunidades. Aunque, sin duda, es indispensable enfrentar de manera contundente la corrupción y cooptación por parte de grupos criminales, entre funcionarios de seguridad tanto de nivel estatal como federal parece existir un consenso de que “la solución se construye de abajo para arriba”.

A pesar de esto, los gobiernos recientes han excluido a los funcionarios municipales de la estrategia de seguridad y han elegido dejarla en manos de militares. Adicionalmente, muchas alcaldías, ya sea por presión externa o intereses propios, también han decidido militarizar sus cuerpos de policía o elegir a militares como funcionarios de seguridad. Esta exclusión de gobernantes y policías locales del diseño e implementación de las estrategias de seguridad les impide responder a las dinámicas particulares de cada región, que requieren soluciones específicas.

Pero en México ya existe una estrategia que permite a los funcionarios municipales contribuir a la seguridad pública de manera eficaz: son los acuerdos de cooperación, anclados en controles anticorrupción. En los últimos diez años, estos han logrado reducir los homicidios hasta en un 8 %.

Dichos acuerdos enfatizan formas de colaboración en seguridad pública a través de la transferencia de recursos, información o capacitación para prevenir delitos, compartir equipo técnico y análisis, o emitir decretos. Los alcaldes son libres de establecerlos con otros municipios, gobernadores, instituciones federales, e incluso organizaciones civiles y gobiernos extranjeros. Estos acuerdos pueden ayudar a profesionalizar a policías locales, dividir funciones de manera más estratégica, y mejorar el flujo de inteligencia entre los tres niveles de gobierno.

Mientras permanezca una estrategia centralizada y militarizada, que ignore el carácter local de la violencia y de sus soluciones, la seguridad en México continuará siendo tan fuerte como su eslabón más débil: el municipio. El informe completo de International Crisis Group está disponible aquí.